MI DESPEDIDA Y MI CONFESIÓN: SOY LA PEOR LOGOPEDA DEL MUNDO
Por activa y por pasiva se habla de la distancia entre profesional sanitario y paciente. Siempre se defiende la construcción de esa barrera que debe alzarse en pro de la buena praxis.
Y confieso que no solo no la construyo, si no que si alguien frente a mi por experiencias previas coloca un solo ladrillo, es inmediata la retirada por mis manos sin ni siquiera darme cuenta.
Y aquí tengo la prueba de uno de mis tantos delitos, pues con cada una de las personas con las que trabajo mi relación es tal que rompo con los cánones establecidos de las distancias protocolarias.
Aquí está ella, diciéndome adiós, dando carpetazo a su etapa de rehabilitación neurologopédica, y provocando en mi emociones que se suponen son ilícitas.
Aquí estoy yo, guardando las huellas, de su paso por mí, en el cajón del que ya es pasado.
He aquí a la peor logopeda del mundo que da el alta a una paciente y la convierte en su amiga, aunque amiga ya lo es desde hace mucho.
Una logopeda que durante 4 años tuvo enfrente a la que no articulaba palabras y aun así la hizo crecer personal y profesionalmente.
La logopeda que se acercó tanto que se quemó, ardió con tanto cariño recibido de ella, la que ahora se va, y de su familia. La logopeda cuidada y mimada en vez de la cuidadora.
La logopeda que flaqueó cuando la epilepsia dio la cara y la hizo llorar al pensar que se volvía hacia atrás. Por que sí, también confieso que lloro, por cada uno de los que veo sufrir. Ese sufrimiento también lo hago mío y me hace querer hacer mejor mi trabajo.
Y no me arrepiento ni quiero cambiar esa forma de vida y de trabajo. Que me da igual implicarme en exceso si el resultado que se obtiene es igual al que hoy mostramos.
Esa lucha diaria, ese dolor que desgarra el pecho, esa indefensión por la incomunicación, esa amargura por la vida perdida en segundos… todo eso solo merece mi eterno trabajo y mi continua dedicación.
Porque recibo muchísimo más de lo que doy, porque cada gesto de complicidad que obtengo, la confianza para siempre… no se consigue con distancia.
Porque si hoy ella se va así, sé que algo ayudó mi cercanía al igual que la formación continua por supuesto, pero por encima de todo el jamás perder de vista a la persona con la que cada día sí o sí hay que reírse y hay que poner la piel.
Esta mala logopeda confiesa estar emocionada, orgullosa y llorar al ver esta imagen. Todo se remueve: Jamás olvidaré el día que te conocí con ese pelo rapado que te daba ese look tan sexy y macarra. Jamás olvidaré la primera compra, jamás olvidaré las primeras escrituras y lecturas, jamas tu primer llanto tanto por tristeza como por alegría.
Esta mala logopeda reconoce que hoy eres parte de ella, que estás tatuada, y que por ti es mejor en todos los sentidos.
Te sé luchadora, con carisma, con garra. Y te siento querida para siempre.
Te deseo lo mejor y esto jamás será un adiós es solo un cambio de rumbo y lugares. Que vernos… eso seguro. Los tapers de albóndigas, estofados, bizcochos, etc, deben de seguir llegando a mi manos.
DISFRUTA DE ESTA META CONSEGUIDA
GRACIAS POR TODO
2 comentarios
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Pues sí….esa mala logopeda…a la k estaremos inmensamente agradecidos. La familia Garzón ha crecido contigo….somos uno más…tenemos una logopeda…una amiga…una hermana…una profesional como nadie imagina….GRACIAS HASTA EL INFINITO….Fdo. Lola Garzon (la hermana d la paciente más valiente del mundo)
sin palabras Lolita