Affolter: un modelo táctil/cinestésico para trabajar la percepción a través de las actividades de la vida diaria
En el departamento de Terapia Ocupacional estamos en continua formación y hace dos meses tuvimos la suerte de aprender un nuevo modelo de rehabilitación neurológica: Affolter.
El modelo Affolter se aplica con éxito a personas (niños y adultos) que tienen dificultades perceptivas y que presentan dificultades en el desarrollo de las destrezas motrices y cognitivas necesarias para ejecutar de manera satisfactoria las actividades cotidianas.
Para Affolter la percepción es el proceso cognitivo que permite conocer el mundo; aprender cómo es el entorno. Concluyó que la interacción táctil es «la raíz» en el desarrollo de una persona y que un adecuado procesamiento de la información táctil-cinestésica permite que el individuo se oriente en el entorno con éxito. Las personas afectadas por una lesión cerebral con frecuencia muestran dificultades para buscar esta información (sobre qué está haciendo y donde se encuentra) y, por lo tanto, tienen disminuida la capacidad de planificar las AVDs, así como de comportarse de una forma adaptada a la situación (pueden mostrar respuestas agresivas, tono muscular inadecuado, dificultades en la memoria, estrés…). En definitiva, presentan dificultades para resolver las situaciones que les suceden en su vida cotidiana. Por lo tanto, la percepción, cumple un papel fundamental en el proceso de aprendizaje y por supuesto en el de la rehabilitación.
La información visual y/o auditiva por sí misma a veces es insuficiente para identificar dónde está el entorno y el propio cuerpo, así como para obtener información acerca de las causas y los efectos. A veces tendemos a explicarle las actividades a los pacientes únicamente por estas vías, lo que le dificulta en algunos casos la comprensión. Podemos pensar que no lo quieren hacer, que no colaboran, que no tienen motivación, pero a veces puede ser que no hayan comprendido lo que le hemos querido transmitir.
En un artículo «interacción sensitiva en la vida diaria», adaptado al castellano por Mª Mercedes Fernández, podemos leer un caso muy interesante de un paciente de 24 años que sufre un TCE. Se encuentra en la cocina del departamento de Terapia Ocupacional y se le propone la actividad de preparar un batido de plátano. Para ello debe transferirse desde su silla de ruedas en la que está sentado a un taburete. El TO coloca el taburete cerca de su silla de ruedas de modo que el paciente lo vea. El paciente no se mueve y el terapeuta le explica entonces que debe sentarse en el taburete; el paciente sigue sin moverse.
Deducimos que parece que el paciente no es capaz de utilizar la información visual en el primero de los casos, ni la auditiva en el segundo. Entonces el terapeuta dirige la mano del paciente hasta que esta contacta con el taburete, pero el paciente sigue sin moverse. El terapeuta acerca el taburete de forma que toque la pierna del paciente. Entonces sí, el paciente se sienta en el taburete.
Interpretamos que el paciente no asocia la información visual y auditiva con las experiencias sensitivas almacenadas. Este acceso a las experiencias sensitivas almacenadas puede evocar la información de la memoria (con frecuencia alterada en nuestros pacientes). La información sensitiva que le llega al paciente a través de la mano tampoco le sirve de ayuda y sólo cuando siente el taburete en su pierna es capaz de sentarse en él. Para sentarme, debo mover la mitad inferior del cuerpo, incluidas las piernas y no tanto las manos (2).
¿Cómo puedo ayudar a un paciente para que obtenga una mejor información sensitiva?
- Desde el modelo Affolter se plantea que el aprendizaje debe darse en situaciones reales de la vida cotidiana. No hacemos cosas por hacer. Las cosas tienen que tener un sentido para que el paciente pueda aprender (acción orientada a una meta). Durante la realización de las mismas, el terapeuta debe proporcionar al paciente la mayor cantidad posible de contactos procedentes del entorno estable, con posibilidades para tocar. La actividad es la excusa para que el cerebro procese y la oportunidad que necesita el cerebro para aprender cambios cinestésicos.
- Ofrecer al niño/adulto informaciones sensitivas suficientemente estructuradas que le ayuden a saber en todo momento dónde está su cuerpo, dónde está su entorno inmediato y en consecuencia sepa qué está pasando en ese momento.
- Evitar dirigirnos al paciente de manera verbal o visual, el terapeuta GUÍA al paciente para intentar que él resuelva un problema. Intentar guiarlo en situaciones cotidianas de la vida diaria, ya sea de manera asistencial o sencilla.
- Proporcionar la información suficiente para que el paciente comprenda la situación, organice la búsqueda de información, tenga flexibilidad para cambiar el canal informativo y pueda resolver el problema que se le presente. Los cambios que se producen a corto plazo y que duran una cantidad de tiempo son una señal de COMPRENSIÓN. Si mejoramos la comprensión mejoraremos también la producción.
En el departamento de Terapia Ocupacional de NeuroAlicante hemos empezado a incluir actividades diseñadas de manera Affolter en las sesiones clínicas junto con otras técnicas de neurorrehabilitación, aprendiendo con nuestros pacientes, así como enseñando y dando pautas a familiares y cuidadores para que puedan continuar trabajando en su domicilio y afianzar y generalizar los aprendizajes adquiridos. Affolter se lleva a cabo donde está el paciente y cualquier AVD se puede acompañar de manera con este modelo.
Seguiremos aprendiendo más sobre este concepto y continuaremos la formación específica (aunque ya sabemos la dificultad de formarnos en esta técnica, principalmente por el idioma y la necesidad de formarte fuera de España).
Hoy en la sesión de terapia ocupacional la paciente X. ha pelado una manzana de manera Affolter a través de la guía sencilla.
1. Le presentamos a la paciente los materiales en una caja grande para aumentar la información táctil cinestésica y potenciar cambios grandes en la resistencia
2. Cambio de un canal sensorial a otro (posición «dónde» y acción «qué») durante toda la actividad. A esta paciente tenemos que pararla del «qué» y potenciar el «dónde» (se nota la dificultad de percibir su cuerpo y de cambiar de fuente de información).
3. GUÍO la actividad y dejo que la paciente realice de manera independiente los cambios topológicos que puede realizar dando mucha información del dónde. Al acabar de pelar la manzana se la come.
Bibliografía:
- Fernández, Mª Mercedes. Adaptación al Castellano. Interacción sensitiva en la vida diaria. Texto original: “Gespurte Interaktion im Alltag” por F. Affolter, W. Bischofberger, p 77-98; capítulo perteneciente al libro “Wege von Anfang an. Fruhrehabilitierung schwerst hirngeschadigter Patienten”, Neckar Verlag, 1996.
- Cano de la Cuerda R., Collado S. Neurorrehabilitación. Métodos específicos de valoración y tratamiento. Editorial médica Panamericana; 2012.
3 comentarios
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Buenos días, Te recomiendo que leas el primer artículo que está en la bibliografía (es lo poco que tenemos traducido al castellano). Hay varios casos de pacientes que pueden ayudarte a entender el modelo un poquito mejor. Un saludo
Buenas tardes!
Somos Cristina Carbonero y Cristina Torregrosa y estamos realizando el trabajo de fin de master sobre la eficacia del método affolter en Daño Cerebral Adquirido.
Si pudieras facilitarnos alguna referencia bibliografia nos harias un gran favor! ya que todo lo que encontramos se remite a las dos referencias que mencionas.
Muchas gracias!